Yo coincido totalmente con lo dicho por la abogada y juez de los familiar Norma Acuña (mi compañera de universidad) en el sentido de que es muy bajo el número de denuncias o querellas presentadas por hombres en contra de sus cónyuges y realmente no es porque no exista sino porque, para el “macho” mexicano, es vergonzoso llegar a la Procuraduría de Justicia quejándose que su mujer le propinó una paliza de pronósticos reservados. Como abogado, me ha tocado asesorar a gran número de compañeros ya sean periodistas, o docentes, asi como a otras personas amigos míos que la mujer, abusando del excesivo proteccionismo del Estado, los han dejado sin comer, porque en el embargo de salarios, regularmente la autoridad judicial, abusando del cargo regularmente decretan el embargo del 60% del salario integrado y no del salario líquido por lo que propicia que las deudas que tiene el deudor alimentario, provocan que lo que le queda de dinero, medio le da para comer tacos en la calle, si bien le va, y si no tiene otra casa donde vivir, seguramente tendrá que refugiarse en la casa de sus padres y si éstos ya no viven, seguramente tendrá que arrimarse en la casa de algún familiar piadoso, ya que regularmente la mujer se queda en casa supuestamente al lado de sus hijos o al “cuido” de éstos. He sentido cuanta rabia en contra de tantas y cuantas mujeres que después de ponerle los cuernos al marido, todavía lo corren como perro callejero, sin comida y sin compasión alguna. Esa acción regularmente se da muy a menudo en contra de todos aquellos varones que tienen sueldos miserables y mujeres con cargos públicos y con sueldos elevados, también contra aquellos que tienen esposas de padres influyentes y adinerados, de profesionales con cargos o labores dentro de la administración o procuración de justicia, contra los varones con impotencia sexual, es decir, todos aquellos varones que tienen casi todas las agravantes que son: viejo, pobre, feo, impotente y tonto. Esas calamidades en contra del varón que regularmente nunca se denuncian pero que son el pan cotidiano de la familia y que los agravios degradantes, humillantes e intolerables vienen de parte de la mujer y en ocasiones ayudadas por los hijos e hijas, se cometen frecuentemente en la zona urbana y esporádicamente en la zona rural. De allí que a Normita le faltara detallar como juez de lo familiar el elevado numero de divorcios que se promueven en los juzgados civiles, el elevado numero de hijos que quedan sólo con la protección económica del padre, mas no del amor filial o paternal, aquel que nunca se compra con dinero y que en reiteradas ocasiones, esa incomprensión familiar, donde no prevalece la tolerancia, el diálogo y saber escucharse entre si, tienen un producto final que es la desgracia de los hijos, aquellos que solamente tienen el dinero suficiente pero no la voz de sus padres reunidos para conducirlos de la mano hacia los senderos de una vida social, espiritual y psicológicamente sana y correcta. Siempre he dicho que las leyes civiles chiapanecas son una burla a la Constitución mexicana en su apartado de igualdad, es cierto que la mujer debe ser protegida por el Estado, pero deberá hacerse un verdadero estudio del origen del quebranto matrimonial y que al momento de la sentencia, haya equidad; tampoco deberían los jueces procurar la continuación de un matrimonio fallido a temprana edad, ya que es el momento en que los cónyuges, dueños de su juventud, puedan reflexionar y encontrar otra pareja de comprensión mutua. Yo siento y propongo, que los legisladores deben revisar las leyes proteccionistas y asfixiantes contra del varón, deben hacer de las leyes un verdadero equilibrio, un verdadero espíritu de justicia, una equidad de género y sobre todo, ser ecuánime al momento en que las autoridades judiciales tengan que emitir un fallo, siento que faltan leyes que le atribuyan a los jueces capacidad para hacer extrañamientos previos, como una especie de juzgados de paz y avenencias, una especie de tutorías donde el Estado tenga que poner un orden preventivo y evitar así que los divorcios tengan que directos, es decir pretender tapar el pozo cuando el niño ya está ahogado. A final de cuentas, los mexicanos somos muy machos y nos aguantamos como tales, las madrizas que nos recetan, sin embargo, es en las zonas rurales donde las mujeres auténticas, las divas de honor, las abnegadas, las sufridas mujeres, les vale un cacahuate que les de su hombre una madriza y de paso, cuando se reúnen entre mujeres, comentan muy sutilmente que “toda dama que no sabe lo que es recibir una cachetada del varón y por las noches los conlleva a una enternecida reconciliación, no es mujer”; son damas que les vale madre si hay o no quincena, si les compran uno o dos vestidos al año a precios peripatéticos, pero conforme la evolución avanza, la filosofía liberal de la mujer cada día va quedando como madre y padre a la vez de los niños y ahora que la clonación empieza a hacer de las suyas, muy a pesar que en Chiapas que ni siquiera hay investigación de ésa pero ya la prohibieron por si las moscas, quien sabe que será de nosotros los varones, pues las mujeres podrán adquirir un niño clonado réplica, réplica de cualquier galán que anhelen o hayan anhelado o sigan anhelando, es decir, ya no se requerirá sexo para tener hijos y seguramente la venta de consoladores y mujeres de hule o las llamadas sexishow proliferarán, pero esto mejor lo dejo para otra ocasión.
LOS NIÑOS DE LA CAPITAL RECIBEN BASURA EN SU EDUCACION BÁSICA
La verdad es que cuando llegué a esta ciudad y me encontré con algunos amigos, me preguntaba el por qué tenían una letra tan fea y con una angustiosa ortografía, como mi labor era otra ajena a la actual nunca tuve la curiosidad de investigar el motivo, pero recientemente y comentando con una gran cantidad de mentores que tienen funciones de facilitadores en cursos de actualización docente y sobre todo con eso de la “reforma” educativa, relacionada en la educación por competencias, fueron los mismos mentores de educación básica quienes despejaron mi pregunta que estaba planteada desde hacia ya casi 20 años. Los mentores entrevistados revelan los siguientes datos: casi el 100% de los profesores que tienen su plaza en la capital están ya a punto de jubilarse; el 80 por ciento no conoce lo que es el manejo de un programa informático, el 50 por ciento no sabe ni siquiera encender ni apagar una computadora, el 98 por ciento desconoce como instalar un cañón y menos manejar programas o material didáctico diseñados en power point; a los cursos de actualización docente, pero concretamente el de competencias curriculares, regularmente los mentores concurren 100 y el mismo día de inicio desertan el 50% argumentando que ellos ya están por pensionarse y que no les pueden hacer nada; de los 100 que llegan al curso, solo terminan entre 10 y 15 profesores que llegan por una horas sí y por otras no, los mentores se niegan rotundamente a leer cualquier material que implique conocimientos actualizados bajo el pretexto que es muy pesado, que les da sueño, que ya no ven bien, pero sobre todo que de nada les servirá porque ya están a, máximo dos años para pensionarse y otros solamente meses. El profesor de la capital, regularmente pide permisos por semanas, otras veces, debido a su edad, se enferma; el profesor de la ciudad, ya no supervisa las tareas solamente raya las que los niños efectúan mal hechas, no les interesa que aprendan sino que pasen de acuerdo con la normatividad de la SEP en el sentido de que “nadie debe reprobar”. El profesor nuevo, regularmente con deseos de demostrar su enjundia, su actualización en muchos rubros y didácticas pedagógicas, está refundido en los lugares más recónditos, condenados a llegar “gateando” y bien “chocho” a esta capital, si no es que se muere en su intento, todo debido a una cadena de cambios que norma los acercamientos a la civilización, criterios que deberían cambiar y anteponer los mejores lugares para aquellos que tienen grandes inquietudes a favor de la educación y no de aquellos que, realmente lo que vienen hacer es desgraciar a toda esa niñez y adolescentes, pues con sus angustias provocadas por la vejes y por sus enfermedades, los muchachos llegan a las preparatorias o bachilleratos causando verdaderas lástimas en su mayoría. Justo sería hacer un balance de toda esa información que he vertido en esta columna, datos que no son inventados sino que provienen de fuentes dignas e incluso de los mismos mentores que tienen ese desinterés hacia los jóvenes y luchar por la educación de nuestros niños, hasta el último día en que se reciba la quincena, pues sabrán así que el dinero solamente da comodidad pero nunca satisfacciones y menos felicidad y si digo satisfacciones porque es casi una rareza que un profesional salude con entusiasmo, con ternura y buenos recuerdos a aquellos hombres y mujeres que fueron sus profesores o maestros durante su vida escolar.
EL CHEQUE DE LA MALDITA REVANCHA
Hoy mi hija cumple 21 años, y estoy muy contento porque es el último pago de pensión alimenticia que le doy, así que llamé a mi hijita para que viniera a mi casa y cuando llegó le dije:
- Hijita, quiero que lleves este cheque a casa de tu mamá y que le digas que: ¡¡¡Este es el último maldito cheque que va de mí en todo lo que le queda de su puta vida!!!! Y quiero que me digas la expresión que pone en su rostro.
Así que mi hija fue a entregar el cheque, yo estaba ansioso por saber lo que la bruja tenía que decir y qué cara pondría. Cuando mi hijita entró le pregunté inmediatamente:
- ¿Qué fue lo que te dijo tu madre?
- Me dijo que estaba esperando este día para decirte que no eres mi papá!!!
Así es que hay que procurar hacerse el ADN por si las moscas, pues dicen por allí que cuando uso está de malas, hasta los hijos de otro se parecen a uno. Yo la verdad los dejo, y luecho nos chateamos.