plantes del Colegio de Bachilleres de Chiapas (COBACH) zona centro que mantenían tomadas las instalaciones de los planteles 35, 33, 13, 01, 145, así como los ubicados en Plan de Ayala y Potinaspak, entregaron los planteles mencionados de los que se habían apoderado desde el pasado 2 de octubre. Una comisión integrada por las autoridades de la Dirección General del COBACH, que encabeza Jorge Manuel Pulido López, así como de los diversos representantes de los planteles tomados y otras, fueron recibiendo uno por uno los planteles en los que se verificaron la estancia de las instalaciones. Hasta ayer, lo que si se sabía era que los inmuebles se encontraban totalmente sucios; hasta el momento de recibir los planteles no trascendió la existencia de daños, aunque no se descarta, excepto en el plantel 145, donde se mencionó que algunos enseres de las cocinas o comedores que existen dentro del plantel, habían sido robadas, sin que se precisara que fueran los paristas quienes las hayan tomado, derivado de ello, los propietarios indicaron que presentarían querellas. Las clases, según la versión oficial se dijo que podrían iniciar una vez que se lleve a cabo una limpieza total de los inmuebles tomados, pues después de un mes con 23 días de estar en manos de jóvenes y padres de familia, así como de algunos profesores que sustentaron un paro de 85 días, quedaron totalmente sucios, por lo que los directivos de cada uno de los planteles, realizarán la limpieza general e iniciar de inmediato las labores docentes. Las autoridades del plantel, pidieron al 98% de la comunidad cobachense, mantenerse al tanto del llamado que se les haga para reiniciar las clases y continuar con esa tarea que nunca debieron obstruir, señaló la fuente. Dentro de las demandas de los jóvenes instruidos por sus padres que también son profesores, se afirmó que serán cubiertas todas las que sean competencia de la Dirección General en la medida de las posibilidades económicas, como lo es la instalación de internet para todos los salones, así como otras que no se mencionaron, pero que las que sean de competencia específica de la Dirección General del COBACH, serán analizadas dentro del presupuesto con el que se cuenta y las facultades específicas que la Ley del COBACH faculta a sus autoridades máximas. Cabe mencionar que dentro de la toma de los planteles, muchas fueron las personas totalmente ajenas a la institución, ya que ni eran padres de familia de ningún alumno o jóvenes infiltrados que fueron llevados exclusivamente como grupos de choque, como sucedió el pasado viernes cuando grupos de jóvenes, amenazaron a directivos del plantel 13 con palos, piedras y armas blancas, precisando que “nosotros no entregaremos el plantel hasta que la comisión negociadora tenga el todo”. Trascendió que tras una negociación fructífera, el director General Pulido López, se lograron consensos para el reinicio de las clases y así poder iniciar las clases formales a más de 12 mil jóvenes de bachillerato que fueron afectados durante la toma de las instalaciones; se dijo que las presiones de padres de familia y de los jóvenes mismos, iban incrementándose en la medida que el tiempo transcurría, pues se corría el riesgo de perder el semestre de continuar con la intransigencia de los paritas, por lo que se apremiaron algunas de las peticiones que posteriormente se darán a conocer a detalle.
COBACH, fueron injustamente y falsamente señalados por la inepta Comisión de Derechos Humanos en Chiapas. A uno se le prohibió por recomendación de la CEDH, de plano acercarse al plantel que dirige, no entrometerse en asuntos de su plantel. Los alumnos inducidos por padres de familia, también profesores en paro, argumentaron ante la CEDH, que el citado director los acosaba, los amenazaba y otras falacias, cuando lo único que buscaba el citado director, del cual me reservo el nombre, fue tratar de solucionar la problemática de su plantel, privilegiando el derecho a la educación que los miles de alumnos ajenos al paro le pedía. Al otro funcionario, mal intencionadamente los padres de familia argumentaron ante la inepta CEDH, que una jovencita había sido empujada por el funcionario cuando trataban de recopilar las demandas de los estudiantes, lo que es totalmente falso, ya que el día de los hechos, ni hubo empujones, menos la presencia de jovencitas. El estorbo de institución, calificada por el pueblo en general como “elefante blanco”, indigna de representar los derechos humanos por su actuar imparcial, no tuvo, tan siquiera de ir al lugar de los hechos y basados en una denuncia unilateral argumentó y sentenció a los funcionarios del COBACH bajo un ajusticiamiento o juicio sumario; tan no tuvo los tamaños o quizá fue parte del boicot de la institución, que nunca dio fe cuando los jóvenes golpearon a un director de conocido plantel, cuando con piedras, palos y hasta armas blancas, corrieron a los directivos cuando éstos trababan de solucionar el conflicto mediante el diálogo; no tuvo una pizca de interés en emitir una recomendación cuando se violaron los derechos humanos y las garantías individuales de los casi 12 mil alumnos que reclamaron clases y que privilegió la falacia de quejistas infundados que lo único que buscaron fue denigrar a una institución que en sus 35 años de fundada, jamás había tenido un movimiento tan estéril, como el que unos 400 jóvenes fueron rehenes de la educación de 12 mil bachilleres que exigieron el derecho a su educación, basados en el tercero constitucional. Resulta del todo abominable la actitud de un sujeto de nombre Lorenzo López Méndez, que según el directorio de gobierno, es el Consejero Presidente, quien de plano, hace alusión del concepto que el pueblo tiene de esa CEDH, en el sentido que sólo está para proteger a criminales y delincuentes, pero no para la defensa de los verdaderos derechos humanos, derechos humanos que a Lorenzo le valen una pura y dos con sal, un sujeto que desconoce la imparcialidad y que descuida esos ámbitos de la presunción de inocencia, que actúa como un vil dictadorzuelo gobiernista, pues evitar que una persona se acerque a su trabajo por un supuesto sin que hayan pruebas, es totalmente horroroso; en estos casos, el gobierno de Manuel Velasco Coello, debería removerlo del cargo, pues no es posible que ineptos estén en lugares tan delicados, donde a juicio de Lorenzo, sólo existen los derechos humanos de unos pero no los de otro. Incluso algunos trabajadores del COBACH, han llegado a sostener que la CDEH y Lorenzo, fueron parte involucrada del movimiento que vivió el subsistema Colegio de Bachilleres debido a sus recomendaciones totalmente absurdas, basadas en el infundio, la diatriba, la confusión o quizá hasta por un lazo de amistad que el o varios de los funcionarios de las CEDH, tienen con los que hasta en las primeras horas de hoy, lesionaron los derechos de la educación de más de 12 mil cobachenses. Pareciera que hoy, los derechos humanos se fijan en infundios y ridiculeces que se les denuncia, pues al parecer, Lorenzo, siguió el ejemplo quizá, de Raúl Plasencia, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, quien dentro de su obsesión mezquina enlodó el trabajo digno de la Universidad Nacional Autónoma de Chiapas, al afirmar, igual como Lorencito, que hay violación de los derechos humanos. Lo grave de estos “ciegos” es que mientras en las cárceles de México y particularmente en Chiapas, existen las violaciones de derechos humanos más condenables, reprobables y hasta despreciables, a la vista de propios y extraños, a la luz del derecho, de la Constitución y de los Tratados Internacionales, solamente son ellos los que se niegan a reconocerlos, pero dice el refrán que “no hay ciego más absurdo que el que no quiere ver” y dos de ellos son Plascencia y Lorenzo. Lástima, con ese tipo de funcionarios México irá en retroceso irreversible e irremediable, adoptando una política de cangrejo, mediocre y convenciera en favor de los lados obscuros de la justicia, todo al amparo de un sistema donde mediocres ocupan cargos de alta relevancia, tan de relevancia que es donde descansa la tranquilidad, el equilibrio de las instituciones y el buen hablar de nuestros máximos gobernantes.