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Unknown
CHISPERO POLÍTICO
CON SUS REFORMAS, PEÑA NIETO
CAVA SU TUMBA POLITICA
·
Un paro coordinado de
petroleros, magisterio y sector salud sería la muerte del país.
·
Abandonan al alcalde de
Tuxtla y lo obligan a renunciar.
ENRIQUE PEÑA NIETO |
Las reformas
estructurales que el presidente mexicano Enrique Peña Nieto está imponiendo a
través de las
cámaras de
senadores y diputados, están cavando su tumba política y de su partido, pero lo
más grave es que podrían incluso, cavar la estabilidad social y abrir las
puertas a un verdadero infierno de inconformidades iniciando así una verdadera
revolución social armada en donde el país, sólo tendría dos caminos: convertir
el sistema mexicano de democrático a una dictadura perfecto. En puerta, los
mexicanos tenemos un paro magisterial que podría ir extendiéndose, producto de
una cerrazón del mismo Peña Nieto y sus subalternos que, ya engallados, han
perdido los estribos y se han olvidado que en un gobierno democrático, no es el
presidente quien tiene la soberanía sino el pueblo. Si las reformas energéticas
y la del sector salud tienen las mismas intenciones retroactivas que la que se
impuso a los profesores, no dudemos que México se convertirá en un verdadero
infierno de manifestaciones en instituciones estratégicas que al paralizar sus
trabajadores, empezaría un verdadero estrangulamiento de la yugular a la
economía mexicana y con ello, la vulnerabilidad lesiva para el mismo gobierno,
así como para iniciar un verdadero descontento social, abriendo las puertas del
estallido de esa sociedad que reclamara la aplicación del derecho, que
obviamente le dará puerta a que el mismo Estado haga uso de la fuerza
descomunal que provocaría un verdadero precedente, similar al medio oriente, en
el gobierno de Peña y atraería la condena unánime de la comunidad mundial y
posiblemente daría pauta a la incursión de fuerzas políticas extrañas; todo, y
solamente todo, por la cerrazón, las legislaciones estúpidas y las reformas
abruptas del señor tlatoani, que hoy por hoy, está que no cree en nadie. No
quiero imaginarme un paro cívico nacional de los trabajadores que conforman los
agraviados en el sector energético, donde paralizarían el suministro eléctrico
y los distribuidores, abastecedores y extractores de combustibles, mismos que
unidos a un paro de los del ISSSTE, IMSS e ISSSTECH en Chiapas y ya solidarios
los mentores que se encargarían en bloquear calles y carreteras y los médicos,
paramédicos los hospitales, el caso se tornaría caótico. México tendría un
retroceso criminal de su economía, pues los inversionistas se alejarían, los
ricos sacarían sus recursos para invertirlos en el exterior, la producción
quedaría casi nula, el vandalismo sería el pan cotidiano, los pequeños grandes
negocios así como la industria estaría a un paso de la quiebra. Obviamente que
terminarían las dinastías de ricos, pues todos huirían como ratas al exterior
con todo y sus ahorros, los grandes despliegues de militares y marinos serían
el azote del pueblo y los cuerpos policíacos serían los ejecutores oficiales de
una gran persecución aniquiladora que daría pauta a la resistencia civil. No
quiero pensar en tanta inmundicia de un gobernante en contra de 111 millones de
mexicanos, 60 de ellos en la pobreza extrema y que serían los primeros que se
sumarían al movimiento social violento, pues para ellos la vida cuenta menos y
si se morirán de hambre, se les hará más fácil morir a manos de ejecutores y a
cambio dejarán la escuela de la rebelión pero, ya es hora que los grandes
ricos, amigos y muy amigos de Peña Nieto, deberán inducir a este señor a que no
provoque. Será sugerible que toda reforma esté racionada con su dosis de
mesura, basada en los principios de la democracia que son el diálogo y la
concertación, pues no hay que olvidar que en la comunicación, el diálogo y el
entendimiento hay un costo que se llama perder menos que el todo y no apostar
el todo por el todo. Señor Peña Nieto, creo que ha llegado el momento de las
grandes decisiones en donde usted como mandatario y el pueblo como mandante,
deben entablar ese diálogo en aras de no perjudicar a las mayorías, en aras de
que no se pierda el todo y estar pensando que no siempre se gana y que en los
terrenos democráticos la palabra “no hay vuelta atrás” no existe y que sólo
existe en los diccionarios de los dictadores, de los tiranos y de aquellos que
desean ver la nación y sus hijos, perdidos en el fango de la pobreza, en los
baños de sangre y en los campos de la rebelión.
DEJAN SOLO AL ALCALDE DE
TUXTLA; BUSCA SU RENUNCIA
Quizá siendo
menos visceral y más analítico, podría decirse que a Samuel Córdova Toledo, lo
abandono su pueblo, su gobierno y sus amigos, así como aquellos funcionarios
que un día le juraron fidelidad. A Córdova
Toledo le
entregan vestigios de una administración municipal saqueada, dividida y con
gran pugna entre varios sindicatos que se disputan la supremacía así como los
grandes cúmulos de canonjías como lo son un gran número de trabajadores que
sólo aparecen en nómina pero no en las áreas de trabajo. A Samuel le dejan una
alcaldía con resquicios de fondos que sólo medio le alcanza para pagar nóminas
pero no para el pago de proveedores y menos para taponar las calles desechas
desde hace ya años en Tuxtla; a
Córdova
Toledo le heredan los anteriores ediles grandes mafias del poder dentro del
mismo ayuntamiento, mafias que han penetrado bandas delictivas en los cuerpos
policíacos y de tránsito, donde no existe una sola ave que cruce el pantano sin
mancharle no solo las alas sino todo el plumaje, manchado luego de meterse o
meterlos dentro de las sucias cloacas, quizá desconocidas para Samuel. A Samuel
le heredan una SMAPA corrompido con miles de trabajadores en nómina pero no en
áreas, le encomiendan dirigir a un pueblo soberbio y golpeado que sólo está a la
defensiva, un pueblo que ya no da tregua al beneficio de la duda, un pueblo
soberbio, golpeado y saqueado. Un pueblo que al no recibir nada de obras de
servicio colectivo ni social, confirma su rabia y detesta al alcalde que esté
en turno. Un pueblo al que le venden aire, en vez de agua, una sociedad que
tiene averiada su tejido social y que a pesar de eso, un mundo de reformas
federales también lo aplasta. Allí dentro de ese ambiente está Samuel Córdova
Toledo, mismo que su salida, sería una de las más dignas, pues al encontrarse
truncado en todo y con el acoso de su futuro sucesor, que no solo se ha sentido
aspirante sino casi el alcalde en turno. Cuando ese fenómeno se da, es prudente
y de inteligentes dar la retirada sigilosa; dolorosa pero prudente y sobre todo
cuando por ética no se habla, no se denuncia, no se dice la verdad, si es que
así es, pero si es por tener “cola” que le pisen, es todavía más desastrosa la
situación. Si Samuel Toledo se va, como ya lo anunciara, sería pues otro
alcalde más que pasa sin pena ni gloria dentro de la historia de Tuxtla, al
menos que explique con datos fehacientes el motivo real de su renuncia en el
momento que el Congreso local se la acepte, situación que seguramente se la
aprobarán.
ESTUDIANTES TOMAN PLANTELES
DEL COBACH
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