Ahora hasta el nombre de las leyes son tan absurdas como los que la diseñan y las aprueban. La ley antiobesidad pareciera ser que se trata de una ley contra los gordos o alguna que producto de una legislación se dejará de engordar o que en México, ya los legisladores y el presidente de la República hallaron una fórmula mágica y que tan pronto como esa ley entre en vigor reducirán de peso los gordos. A ver si con esa ley, el Gobernador del Banco de México toma una esbeltez envidiable y en vez de tenerlo en ese lugar se vuelve galán de telenovelas. En fin, los ineptos legisladores ni siquiera saben o pueden buscarle título a esas leyes “rancheras” que es lo mismo prohibir que una pareja de recién casados tenga sexo. El que ya nació tragón en demasía ni siquiera promulgándole 10 mil leyes dejará de serlo y en que ya nació gordo, al menos que le de diabetes, dejará de serlo. Pero en fin, yo siento que hace falta una buena campaña de concientización alimenticia para adquirir una cultura, pues somos muy pocos los que sabemos cuánto daño hace el ingerir una Coca-Cola de 3.600 miligramos o consumir las bebidas energizantes o en su caso “atascarse” de reciclaje de pan como son las porquerías que vende la empresa sabritas. Señores legisladores con el respeto que merecen como seres humanos y no como diputados o senadores, ustedes y todas esas pandillas que se dicen políticos jamás podrán romper los grandes intereses de las transnacionales como las empresas que cité, pues en la Secretaría de Educación Pública a través de todos los directores de escuelas o de subsistemas de educación básica, media superior y superior, ya existen convenios de exclusividad de venta de equis o zeta refresco o producto. No alcanzo a comprender el por qué tantos panchos con leyes espurias que solamente sirven para burla de todos y principalmente de las autoridades educativas y de las transnacionales; para nadie es un secreto que las empresas de refrescos embotellados son la causa de miles de millones de de toneladas de basura que a cada segundo son arrojadas a las alcantarillas, a las calles y que son las que inundan los salones escolares de esas porquerías y que son las que mantienen a nuestra juventud más panzones de no normal. Dice los legisladores que dentro de las escuelas no se venderán porquerías como fritangas y refrescos de toda clase pero que sí los niños y adolescentes, pueden llevar las mochilas repletas de ellas para consumirse dentro del área escolar. O sea que no pero sí, por lo que, reitero, es necesario una campaña que inicie la cultura alimentaria y de antemano sabemos todos, que los mexicanos en su mayoría, no nos alimentamos, sino que nos llenamos.

Algo que ayer impactó a cientos de millones de pensionados y los que estamos a punto de estar en ese apartado es la advertencia que hicieran fuentes del IMSS en el sentido de que en menos de seis años es posible que muchos no puedan cobrar sus pensiones. El caso es extremadamente delicado, pues las personas soportan todo menos que les quiten el alimento de la boca, pues hay muchos de millones que han trabajado toda su vida y ninguna cosa más injusta sería que se les dijera que lo que han ahorrado toda su vida se lo robaron algunos mequetrefes que haciéndola de políticos carecen de una piscacha de moral. Triste resulta además saber que hace algunos años, ya se hicieron ajustes a la ley del IMSS en el entendido que con ello se solventaba el asunto y recientemente se hizo un tope de pensiones y ahora resulta que, siempre no. Habría que hacerse por parte de algunas autoridades que todavía tengan un poquito de moral sobre dónde se han ido esos recursos, púes el dinero que cotizamos los trabajadores no deben ser la caja chica de deshonestos que se han llenado las bolsas e ido a otros países a disfrutar de su rapiña con toda la impunidad y complicidad de los gobernantes en turno.

Nos chatearemos en la próxima edición.

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USAN INFORMACIÓN QUE INTERNAUTAS SUBEN A REDES SOCIALES PARA COMETER ILÍCITOS

• El encargado del Laboratorio de Seguridad Informática del Centro Tecnológico Aragón dijo que las universidades son esenciales en la búsqueda de formas para salvaguardar la confidencialidad de los datos transmitidos por la web

“La delincuencia utiliza la información confidencial que los usuarios suben a la web para cometer ilícitos, como secuestros virtuales o reales, expuso Leobardo Hernández Audelo, responsable del Laboratorio de Seguridad Informática del Centro Tecnológico Aragón, de la FES Aragón.

Las personas, explicó, mediante fotos o textos virtuales, revelan datos personales importantes, como su nivel socioeconómico, ubicación del hogar o la escuela, amistades y lugares a los que viaja, así como el automóvil o ropa que utiliza. A partir de ahí, se analiza la información para planear robos, plagios o extorsiones.

Por ejemplo, es sabido que los niños usan las redes sociales; de esta manera, un adulto puede hacerse pasar por un infante y contactar a un pequeño, al que le preguntará dónde vive o si sus padres están en casa, “con lo que obtienen los datos necesarios para perpetrar un acto ilegal”, expuso en la Facultad de Economía de la UNAM.

Desafortunadamente, la gente no es consciente de los riesgos que implica el Internet, pues piensa que la información es confidencial o que los sitios y portales autentifican la identidad de sus miembros, pero con frecuencia no es así, advirtió Hernández Audelo en la conferencia Seguridad informática.

La web funciona como un imán para todos; ahí es posible encontrar bienes o servicios, realizar transacciones, acceder a herramientas educativas y de comunicación, cerrar negocios o buscar diversión, placer o entretenimiento, más allá de cualquier frontera geográfica, cultural, racial, social o económica.

Actualmente, hay alrededor de dos mil millones de internautas, una cifra impresionante si se considera que la población mundial es de aproximadamente siete mil millones de individuos; además, 80 por ciento de la información ya está en formato digital, se cuentan alrededor de 35 billones de páginas web y todas las empresas importantes están en red, así como el comercio y la banca.

Uno de los mayores peligros de este ambiente virtual es que el anonimato, la ubicuidad y la invisibilidad son constantes, lo que genera entornos poco fiables, destacó el especialista.

Además, añadió Hernández Audelo, los mecanismos de autentificación, es decir, los métodos usados para verificar la identidad de un internauta, son sumamente ineficientes.

A esta serie de fallas se suma el hecho de que si se envían mensajes por celular o correos electrónicos, el usuario cree que su información es transmitida de forma segura, cuando en realidad, mediante diversos dispositivos, es posible tener acceso a conversaciones enteras y correspondencia importante.

Para hacer frente a estas deficiencias es preciso impulsar la formación de especialistas en seguridad de la información; “lamentablemente, todos estos boquetes se abrieron de pronto sin que nadie supiera qué hacer, por ello es necesario que las universidades impulsen mayores estudios en esta área”.

Sin embargo, abordar este asunto desde un punto de vista exclusivamente técnico sería un error, porque hablamos de un problema que involucra a usuarios, administradores, abogados, comunicólogos y expertos de las más diversas disciplinas. Fusionar estos saberes no sólo redituará en una respuesta mucho más integral a esta problemática, sino que generará conciencia sobre la importancia de la seguridad, concluyó Leobardo Hernández.