IMPOTENCIA TOTAL DE LA SCJN ANTE EL ASESINATO DE UNA FUNCIONARIA EN VERACRUZ.
Es, creo, la primera vez que la los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal sienten impotencia total al solicitaron a las autoridades encargadas del caso "que fortalezcan las investigaciones para encontrar a la brevedad a la funcionaria", que desde la semana pasada fue “levantada” por un grupo de sicarios y sin que se sepa su destino. La SCJN se refería a la oficial administrativa del Segundo Tribunal Unitario con sede en Veracruz, Nayeli Reyes Santos, quien había sido confundida con un cuerpo destazado que se encontró en aquella entidad con un narco letrero perteneciente al grupo de Los Zetas. Si a petición de los máximos órganos jurisdiccionales de México nada se ha hecho para hallar, por lo menos el cuerpo de la infortunada oficial, menos que se encuentren a los autores materiales del ilícito. Si esto pasa con una funcionario de ese nivel, no me quiero imaginar que podrá pasar con un simple particular que no es trabajar de la SCJN y menos que tenga dinero. Creo que los funcionarios de la SCJN están viviendo y experimentando en carne propia que el contenido del 17 constitucional es una auténtica leyenda jurídica por parte de las autoridades ejecutivas, que la justicia en México es únicamente para el pobre y no para ser aplicada al rico. Los extremos de la delincuencia organizada son preocupantes y por qué no decirlo, alarmante. En los últimos años, en México ser funcionario de los tribunales locales y federales pasó a ser el trabajo menos pagado y extremadamente peligroso. Los funcionarios judiciales, sobre todo, ministerios públicos, jueces y magistrados no tienen segura la vida y desconocen en qué momento pueden ser abatidos por las balas de cualquier grupo armado de los tantos que pululan en México y sus ciudades, pero sobre todo el Sur de Chiapas y el norte y centro del país. Lo más delicado del asunto es que ahora, la delincuencia han emprendido su combate hacia los familiares de los funcionarios públicos y de algunos militares y agentes que realizan las detenciones. Yo siento que el día que se legalice el consumo de las drogas en México, ese día bajará la violencia feroz y terrorífica que se vive. Y hay que aclarar que dije legalizar el consumo más no tráfico de drogas o cultivo de enervantes. Todos aquellos que estarán de acuerdo conmigo coincidirán que las drogas siempre se venderán y consumirán dentro y fuera de la ley, hay que entender que lo más recomendado es lo menos observado y que para muchos el consumo de drogas y la adrenalina que se produce en ese clandestinaje es lo que hace un proceso de mucha aliciente. Pero realmente la masacre de funcionarios, hijos y familiares de éstos podría seguir dentro de un ambiente alarmantemente raro y delicado. En fin, yo siento que la campaña de Felipe Calderón contra el narcotráfico, no ha sido funcional, pues eso de matar a líderes del narcotráfico como se dice (quien sabe si sea verdad) o el encarcelamiento de peces gordos como dicen los políticos, realmente ha sido solamente eso, pero no se encuentran canales convincentes de solución.

CON LO DE CABAÑAS; UN PEDO LO VUELVEN UN TRUENO
Es cierto que en México la delincuencia pareciera haber rebasado a la poca preparación de las corporaciones policiacas o haber alianzas entre éstos y los delincuentes, pero el caso del ex jaguar y ahora águila, Salvador Cabañas es muy especial. Dicen por allí que quien no quiera ver visiones que no camine de noche. Yo me preguntaría ¿qué hacia Salvador Cabañas en un bar de mala muerte a eso de las cinco de la mañana? ¿Será que se le acabó la paga y ya no tuvo otra opción de irse a meter en un cabaretucho donde las nenas son hasta de 80 pesos por acostón? ¿Será que es usual que una persona integrante del plantel de las águilas, de los que presumen recibir unos sueldazos concurra a esos lupanares? Así me podría seguir haciendo tantas y cuantas interrogantes que en realidad son penosas, aunque nada raro es para un carpintero o albañil, taxistas o colectivero, pero no para esas “figuras” que posiblemente por andar briagos no juegan como debe ser. A muchas personas ya con las copas se les mete lo prepotente y hacen alharacas revelándose como grandes y no falta cualquier atarantado de esos que odian a esos sujetos. Pues en Chiapas, podemos observar algunos jugadorcetes integrantes de “Los Gatos de Azotea”, perdón digo Jaguares, a quienes la gente los odia en vez de aplaudirles, debido a que tienen un comportamiento prepotente, o comportamiento de idiotas y quizá por allí este el asunto.
EL CHISTE DE PEPITO.
Dice que estaban en la escuela y la maestra les dice a los niños:- Hoy haremos oraciones con la palabra SUPONGO y va a empezar uno por uno ¿OK?Y empieza Juan: - Hoy me vine en autobús, supongo que se descompuso el coche porque me vine ahí. Se levanta Carlitos y dice:- Hoy yo comí huevos con jamón, supongo que era jamón porque no había tocino…Y se levanta Pepito y dice:- Hoy mi abuela pasó muy temprano con un periódico bajo el brazo, supongo que iba a cagar porque no sabe leer.
Luego nos palabreamos mañana.