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LA IGUALDAD DEL HOMBRE Y LA MUJER, ES UN MITO POLÍTICO Y FILOSOFICO
· Los hombres podemos hacer todo lo que hace una mujer excepto tener un hijo; hay diferencias.
· La evolución científica, tecnológica y filosófica provoca cambios impensables.
POR MIGUEL ANGEL CARRILLO BARRIOS.
Desde el punto de vista filosófico, yo siento que las mujeres son el ser emblemático de toda sociedad, son sutiles, delicadas, detallistas, sensibles, desde que el ser humano se agrupó quizá para defenderse de los animales poderosos o de sus mismos congéneres, a la mujer, socialmente se le encomendó una misión sagrada, que es la protectora fundamental de toda la especie humana cuando ésta está indefensa, es decir, es la formado de principios y valores, es la que dedica su vida a sus hijos, es pues, la Reina del hogar, por ende, su papel socialmente hablando, es tan delicado, tan abrazador e integral; todo hombre pasa a ser formado por su madre y de allí que la mujer es progenitora, creadora y formadora de la especie.
Si usted amigo lector analiza la función esencial determinante de la mujer en el seno del hogar, podríamos afirmar que si las mujeres desearan llevar a cabo un cambio abrupto en la sociedad, sólo tendrían que ponerse de acuerdo para logar ese propósito. La mujer es el aliciente de la vida del hombre y por ello debe tratársele con respeto, con cariño; la mujer debe entender que nacimos el uno para el otro, que somos la especie compartida para poder existir y coexistir y aquí, cabe lo que decía Jean-Jacques Rousseau: "las leyes no son otra cosa, que las condiciones de la asociación civil”.
Las mujeres son tan sutiles, llenas de detalles y sorpresas; una flor, un presente, una palabra de cariño, un gesto de candor, un ademán de galantería, las hace feliz; si están de mal humor no contradigas a ellas, pues son tan vulnerables que el cariño engendrado en ellas, las hace convertir su mal humor en besos apasionados. En fin, filosóficamente la mujer es el todo que le falta al varón y viceversa y aquí se sustancia la teoría que el uno sin el otro será conllevar una vida a medias en detrimento de la reproducción de la especie, del sortilegio del espíritu y del alimento del alma, pues a pesar de lo que se diga y de lo que se haga, la mujer nace para ser madre y jamás podrá ser igual al hombre porque nos separan cualidades inéditas y porque a la vez, juntos hacemos esa reacción natural o tal vez teológica, divina o diabólica, pero eso nos hace existir y hablar de nosotros mismos.
El mito político de la igualdad entre el hombre y la mujer, es eso: Un mito, una creación fantástica ya existente dentro de lo que sería el derecho natural y solo faltaba plasmarla en la ley fundamental, al menos en México. Pero las leyes, cuando emanan del gobierno en turno, son absurdas por naturaleza porque no nacen de un consenso social y son leyes imperfectas porque realmente lo que prohíbe no está sancionado sino que se deja como una mera propuesta que posiblemente madurará como un mero pensamiento filosófico.
Tanto los hombres como las mujeres venimos diseñados del todo para el todo pero nos diferenciamos en grande, no somos iguales y muy a pesar de eso, el hombre puede hacer todo lo que hace una mujer excepto procrear o concebir un hijo; las mujeres con esa delicadeza que les caracteriza las hemos hechos inferiores en fuerzas y las hemos socialmente hablando convertido en seres más susceptibles al peligro, pero somos producto de esa sociedad, sus usos, costumbres y tradiciones, así es que el gobierno encargado de diseñar sus políticas, no podrá nunca con sus leyes unilaterales cambiar abruptamente lo que la sociedad ha diseñado en milenios.
Algunas personas han predicho que las mujeres podrían ser más inteligentes y allí yo afirmaría que Dios nos hizo perfectos y no escoge a los capacitados, sino que capacita a los escogidos, hacer o no hacer algo, solo depende de nuestra voluntad y perseverancia. De allí que entre el hombre y la mujer, en este rubro, no hay diferencias y que se deseen politizar es horrendo, y sobre todo que con leyes absurdas pretendan disociar esa grandeza humana e incluso sostengo que en la humanidad y particularmente entre el hombre y la mujer cohabitando un hogar, lo que ha faltado es la prudencia y la tolerancia, elementos esenciales que no deben faltar cuando alguien pierde los autocontroles.
El 18 de marzo y por disposición de la Organización de las Naciones Unidas, se celebra el Día Internacional de la Mujer, pero aquí habría preguntarse, ¿Cuántas mujeres saben que es ese su día? , qué tanto representa para ellas ese festejo internacional que solo es una rememoración política. La lucha de las mujeres por incursionar en el mundo de las labores de los hombres ha sido cruenta y posiblemente necesitaban darse cuenta para vivir ese momento, vivir la vida en los espacios que eran ex profesos para el hombre.
La vida de las mujeres ha sido una larga lucha para incursionar, en el que hasta hace algunos años, era reservado para los hombres. veamos. En 1909 de conformidad con una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos de América el día 28 de febrero se celebró en todos los Estados Unidos el primer Día Nacional de la Mujer, que éstas siguieron celebrando el último domingo de febrero hasta 1913.
En 1910 la Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día de la Mujer, de carácter internacional como homenaje al movimiento en favor de los derechos de la mujer y para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal. La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés. No se estableció una fecha fija para la celebración.
En los albores de 1911 como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez (el 19 de marzo) en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de 1 millón de mujeres y hombres. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Menos de una semana después, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianos y judíos, murieron en el trágico incendio de la fábrica Triangle en la ciudad de Nueva York. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.
A partir de 1913-1914 en el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.
En 1917 como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de "pan y paz". Los dirigentes políticos criticaron la oportunidad de la huelga, pero las mujeres la hicieron de todos modos. El resto es historia: cuatro días después el Zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto. Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia, o el 8 de marzo, según el calendario gregoriano utilizado en otros países.
Desde esos primeros años, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una nueva dimensión mundial para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo. El creciente movimiento internacional de la mujer, reforzado por las Naciones Unidas mediante cuatro conferencias mundiales sobre la mujer, ha contribuido a que la conmemoración sea un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de los derechos de la mujer y su participación en la vida política y económica. El Día Internacional de la Mujer es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia de los derechos de la mujer.
Posiblemente la historia de la mujer, todavía inicia pero debelaríamos considerar que el mundo del avance de la ciencia y la tecnología, la mujer y el hombre irán distanciándose aun más, pues puedo hablarle desde donde esté, el trabajo de la mujer hace que ya no haya esa unión constante, los hijos ya no los educará mamá, posiblemente sea una máquina y así subsecuentemente, la palabra el “uno para el otro” irá alejándose más rápida que paulatinamente.
· Los hombres podemos hacer todo lo que hace una mujer excepto tener un hijo; hay diferencias.
· La evolución científica, tecnológica y filosófica provoca cambios impensables.
POR MIGUEL ANGEL CARRILLO BARRIOS.
Desde el punto de vista filosófico, yo siento que las mujeres son el ser emblemático de toda sociedad, son sutiles, delicadas, detallistas, sensibles, desde que el ser humano se agrupó quizá para defenderse de los animales poderosos o de sus mismos congéneres, a la mujer, socialmente se le encomendó una misión sagrada, que es la protectora fundamental de toda la especie humana cuando ésta está indefensa, es decir, es la formado de principios y valores, es la que dedica su vida a sus hijos, es pues, la Reina del hogar, por ende, su papel socialmente hablando, es tan delicado, tan abrazador e integral; todo hombre pasa a ser formado por su madre y de allí que la mujer es progenitora, creadora y formadora de la especie.
Si usted amigo lector analiza la función esencial determinante de la mujer en el seno del hogar, podríamos afirmar que si las mujeres desearan llevar a cabo un cambio abrupto en la sociedad, sólo tendrían que ponerse de acuerdo para logar ese propósito. La mujer es el aliciente de la vida del hombre y por ello debe tratársele con respeto, con cariño; la mujer debe entender que nacimos el uno para el otro, que somos la especie compartida para poder existir y coexistir y aquí, cabe lo que decía Jean-Jacques Rousseau: "las leyes no son otra cosa, que las condiciones de la asociación civil”.
Las mujeres son tan sutiles, llenas de detalles y sorpresas; una flor, un presente, una palabra de cariño, un gesto de candor, un ademán de galantería, las hace feliz; si están de mal humor no contradigas a ellas, pues son tan vulnerables que el cariño engendrado en ellas, las hace convertir su mal humor en besos apasionados. En fin, filosóficamente la mujer es el todo que le falta al varón y viceversa y aquí se sustancia la teoría que el uno sin el otro será conllevar una vida a medias en detrimento de la reproducción de la especie, del sortilegio del espíritu y del alimento del alma, pues a pesar de lo que se diga y de lo que se haga, la mujer nace para ser madre y jamás podrá ser igual al hombre porque nos separan cualidades inéditas y porque a la vez, juntos hacemos esa reacción natural o tal vez teológica, divina o diabólica, pero eso nos hace existir y hablar de nosotros mismos.
El mito político de la igualdad entre el hombre y la mujer, es eso: Un mito, una creación fantástica ya existente dentro de lo que sería el derecho natural y solo faltaba plasmarla en la ley fundamental, al menos en México. Pero las leyes, cuando emanan del gobierno en turno, son absurdas por naturaleza porque no nacen de un consenso social y son leyes imperfectas porque realmente lo que prohíbe no está sancionado sino que se deja como una mera propuesta que posiblemente madurará como un mero pensamiento filosófico.
Tanto los hombres como las mujeres venimos diseñados del todo para el todo pero nos diferenciamos en grande, no somos iguales y muy a pesar de eso, el hombre puede hacer todo lo que hace una mujer excepto procrear o concebir un hijo; las mujeres con esa delicadeza que les caracteriza las hemos hechos inferiores en fuerzas y las hemos socialmente hablando convertido en seres más susceptibles al peligro, pero somos producto de esa sociedad, sus usos, costumbres y tradiciones, así es que el gobierno encargado de diseñar sus políticas, no podrá nunca con sus leyes unilaterales cambiar abruptamente lo que la sociedad ha diseñado en milenios.
Algunas personas han predicho que las mujeres podrían ser más inteligentes y allí yo afirmaría que Dios nos hizo perfectos y no escoge a los capacitados, sino que capacita a los escogidos, hacer o no hacer algo, solo depende de nuestra voluntad y perseverancia. De allí que entre el hombre y la mujer, en este rubro, no hay diferencias y que se deseen politizar es horrendo, y sobre todo que con leyes absurdas pretendan disociar esa grandeza humana e incluso sostengo que en la humanidad y particularmente entre el hombre y la mujer cohabitando un hogar, lo que ha faltado es la prudencia y la tolerancia, elementos esenciales que no deben faltar cuando alguien pierde los autocontroles.
El 18 de marzo y por disposición de la Organización de las Naciones Unidas, se celebra el Día Internacional de la Mujer, pero aquí habría preguntarse, ¿Cuántas mujeres saben que es ese su día? , qué tanto representa para ellas ese festejo internacional que solo es una rememoración política. La lucha de las mujeres por incursionar en el mundo de las labores de los hombres ha sido cruenta y posiblemente necesitaban darse cuenta para vivir ese momento, vivir la vida en los espacios que eran ex profesos para el hombre.
La vida de las mujeres ha sido una larga lucha para incursionar, en el que hasta hace algunos años, era reservado para los hombres. veamos. En 1909 de conformidad con una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos de América el día 28 de febrero se celebró en todos los Estados Unidos el primer Día Nacional de la Mujer, que éstas siguieron celebrando el último domingo de febrero hasta 1913.
En 1910 la Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día de la Mujer, de carácter internacional como homenaje al movimiento en favor de los derechos de la mujer y para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal. La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés. No se estableció una fecha fija para la celebración.
En los albores de 1911 como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez (el 19 de marzo) en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de 1 millón de mujeres y hombres. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Menos de una semana después, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianos y judíos, murieron en el trágico incendio de la fábrica Triangle en la ciudad de Nueva York. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.
A partir de 1913-1914 en el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.
En 1917 como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de "pan y paz". Los dirigentes políticos criticaron la oportunidad de la huelga, pero las mujeres la hicieron de todos modos. El resto es historia: cuatro días después el Zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto. Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia, o el 8 de marzo, según el calendario gregoriano utilizado en otros países.
Desde esos primeros años, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una nueva dimensión mundial para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo. El creciente movimiento internacional de la mujer, reforzado por las Naciones Unidas mediante cuatro conferencias mundiales sobre la mujer, ha contribuido a que la conmemoración sea un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de los derechos de la mujer y su participación en la vida política y económica. El Día Internacional de la Mujer es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia de los derechos de la mujer.
Posiblemente la historia de la mujer, todavía inicia pero debelaríamos considerar que el mundo del avance de la ciencia y la tecnología, la mujer y el hombre irán distanciándose aun más, pues puedo hablarle desde donde esté, el trabajo de la mujer hace que ya no haya esa unión constante, los hijos ya no los educará mamá, posiblemente sea una máquina y así subsecuentemente, la palabra el “uno para el otro” irá alejándose más rápida que paulatinamente.
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