DIPUTADETES LOCALES A LA CARGA DE UNA FEDERAL; ¿QUÉ MÉRITO TIENEN?
Las curules del Congreso legislativo local, están semivacías, pues una buena rabiata de sujetos que se apodan “legisladores”, dejaron el hueso por unos meses y se fueron a probar suerte a ver si sus electores o “representados”, todavía los pelan o conocen, pues muchos de ellos, por no decir todos, únicamente esperaron salir electos, aunque sea con un 15 por ciento del total de votantes inscritos en el padrón, para luego retirarse definitivamente del lugar y a ver como los reciben ahora que mendigan como limosneros el voto de aquellos que tienen cara de tarugos, por no decir de bueyes de escalera, esperemos que la ciudadanía les dé su rechazo total, no a los partidos sino a las personas que una, otra y por enésima vez vuelven a engañarlos. Es necesario que los votantes se den cuenta del tipo de sujetos come cuando hay, que tenemos en calidad de políticos, que se definen políticos y que los apodan políticos. Pero una pregunta que me inquietaría hacerle a esos políticos de pacotilla es: ¿qué méritos les asiste o piensan que tienen para mendigar nuevamente el voto de la ciudadanía?, me gustaría esperar esa respuesta y más favorable sería que el mismo pueblo elector se las formulara a esos que hoy viajan, como “chucho” hambre, para arriba y para abajo, para allá y acullá. Qué pena, pero mientras aquellos andan probando suerte o buscando engancharse ya para otros tres años de gloria y de enriquecimiento. Ya habrá gente tan bruta que preferirá a esos falsos políticos y bucaneros de la política, porque a pesar de todo, debemos ir cambiando de caras y por ende de actitudes y aptitudes, pues muchos son los jóvenes que están preparados académica y políticamente para incursionar en el mundo de la política y no volver a los mismos improvisados que a parte de ser analfabetas. Mientras eso ocurre, los suplentes están cobrando por lo menos uno o dos meses pues posteriormente de su derrota, los dizques legisladores luego de sentir el rechazo absoluto del pueblo, retornarán al lugar de donde nunca debieron salir, con el rabo entre las piernas cabizbajos y perdida su oportunidad. En fin, será la ciudadanía la que sirva como termómetro de su empatía o rechazo. Qué más, es el pueblo, que aunque no muy docto, todavía dentro de su penquera, medio se defiende con ese instrumento poderosísimo que tienen y que se llama VOTO, ya sea de aprobación de castigo. Pero eso es la forma en que deberían medirse la simpatía y de paso, urge ya que las mismas leyes electorales aprueben como requisito, una segunda vuelta en caso de que ninguno de los candidatos obtenga el 50 por ciento más uno y que si en la segunda vuelta no se lograra, declarar desierto el lugar. Otro de los problemas es eliminar determinantemente el gran cúmulo de diputados plurinominales que tanto dado económico causan a las arcas nacionales y locales; son legisladores que nunca aportan una pizca de buena cosa para el pueblo que les da de comer; por el contrario, son una pesada carga para el erario publico. Por salud financiera, política y social, esos plurinominales, deben desaparecer cuanto antes, toda vez que el motivo del porqué surge, ya superó la necesidad.

LOS CAFETICULTORES, EN LA MÁS PROFUNDA DE LAS MISERIAS; NADIE SE ACUERDA DE ELLOS
Uno de los sectores más golpeados por las crisis ocurridas en años anteriores, las recientes y la presente, son los hombres dedicados a la producción del café, o mejor dicho que se dedicaban a la producción del café ya que los cafetales actuales, si así se le quiere llamar a los auténticos varejonales, ya no producen ni siquiera 300 kilos por hectárea y eso hace que sus costos de producción, estén total y manifiestamente fuera de toda rentabilidad. La población juvenil, los varones y mujeres de edad fuerte, han emigrado casi todos a los Estados Unidos de Norteamérica, los viejos sin fuerza, cansados y enfermos, se que quedaron cuidando los varejonales, los pollos y los chuchos, viven de las miserias y un poco de las remesas que les envían los familiares desde el vecino país del norte. Para esas personas, los apoyos que aquí vìa prensa se dice que se les da a los cafeticultores, jamás les llega ni siquiera el olor, todos los grandes capitales de apoyo del gobierno a ese sector, llegan únicamente a los grandes acaparadores, caciques e intermediarios que adquieren el poco café a precios que ellos, a su antojo imponen. A ellos les llegan esos millonarios fondos y posiblemente otra buena cantidad de millones quede en los bolsillos de los funcionarios que coludidos unos con otros, hacen suponer al gobernador que el dinero está llegando a los verdaderos productores, a los más necesitados, a los que aclaman ayuda del gobierno, a los sin voz, a los que no tienen representantes populares y menos cuando no es tiempo de campañas electorales y menos a los presidentes municipales que lo único que piensan es robar, robar y robar los fondos del pueblo y no se acuerdan que hay un sector muerto de hambre, que no tienen otros ingresos que las míseras remesas y algunos kilos de café que alcanzan a malvender con los eternos hambreadores que incluso, son los dueños mismos de las compañías exportadoras, aquellos que compran el café de altura a precio del estándar y orgánico y que hacen las mezclas como si todo fuera de altura y obtienen así, grandísimas ganancias, ganancias que el pobre productor ya no le queda ni para pagar la pizca de su cafeto. Pero nadie de acuerda de ellos, los apoyos quedan siempre trabados en los bolsillos de la burocracia del gobierno, en los bolsillos sin fondos de los caciques, intermediarios y acaparadores. Ojala y el mandatario estatal vuelva los ojos a favor de aquellos que se debaten en la más cruel de las miserias, aquellos que sin condición alguna dieron el voto sabinista y que hoy esperan hechos y no palabras.

PELIGRO; EL TRANSPORTE ASFIXIA A LA SOCIEDAD EN LA CAPITAL
En las ciudades más importantes de Chiapas, como San Cristóbal, Comitán, Palenque, Tapachula y obviamente Tuxtla Gutiérrez, entre otras, uno de los más graves problemas es el exceso de unidades del servicio público. El espantoso numero de unidades colectiveros y de taxis asfixia, asola al transporte privado; el transporte publico que ocupa un 70 por ciento de los espacio de la vía publica en uso de vialidad, en horas pico, el espantoso numero de unidades hace imposible el flujo vehicular y si a eso le sumamos lo imprudente y la horrenda educación vial de los conductores del transporte publico y muchos de los del transporte privado, provocan que haya una ciudad llena de neuróticos, pues no es cosa de otro mundo ver a taxistas abofeteando se con un colectivero o entre sí; los usuarios son los que pagan el costo de ese desordenado transporte colectivo que cuanto antes y a juicio de cientos de miles de jóvenes escueleros y usuarios en general, deben ir supliéndose por microbuses, trolebuses y unidades más grandes donde puedan viajar por lo menos, unas 50 personas lo que vendría a desplazar unas cuatro unidades colectivas. Las unidades grandes por lo regular, son más seguras, contaminan menos, llevan más pasajeros e incluso, hasta los precios del transporte podrían reducirse y aun así, los propietarios o propietario de la unidad, saldría obteniendo grandes ganancias durante el día. La ciudadanía ya está cansada de tantos atropellos de colectivos y taxistas con una educación de ulterior categoría y con “trompa” y vocabulario de arriero de mulas, Ojala y las autoridades tomen en cuenta la petición de la ciudadanía que se hace ilusiones de volver a unidades seguras, para evitar tantos accidentes, tantos golpeados, lesionados y muertos, como hasta ahora nos dejan los colectiveros que se disputan el pasaje, a costa de la vida de los usuarios y a la vista de los tamarindos y duvalines.

Pase usted un feliz día y mañana nos chatearemos si me lo permite.