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UN USURPADOR DE LA UTS; MAESTROS INCONFORMES
La institucionalidad consiste en anteponer los intereses personales protegiendo y garantizando la permanencia de las instituciones mediante la realización de acciones que las salvaguarden. En el caso de nuestra universidad y observando los últimos acontecimientos ocurridos bajo la tutela del señor que usurpa la rectoría, Roberto Vázquez Solís, se pone en evidencia que para él la Universidad tan sólo ha representado un botín financiero de donde ha obtenido beneficios económicos personales. El manejo administrativo que ha tenido de la universidad deja ver la escases de recursos, malversación de fondos y abuso de las finanzas universitarias, él podrá decir que el resultado de las auditorias pone en manifiesto la transparencia pero debemos tener en cuenta que a través de la corrupción y convencimiento todo puede ser arreglado y puesto a conveniencia, su reconocida capacidad de negociación le ha permitido establecer las condiciones que siempre le favorecen, nos preguntamos ¿Para quién trabaja un Notario? Para quien puede pagar sus servicios, tan fácil como eso.
Mediante su irracional abuso de autoridad atenta sobre la integridad, libertad y seguridad de alumnos, docentes y administrativos, deja en claro su poco interés por la universidad poniendo de manifiesto la barbarie del egocentrismo que lo caracteriza, sin duda, lo que más le ha venido preocupando es la perdida de todas los beneficios que éste tiene como resultado de la falsa titularidad de la rectoría que no quiere ceder.
Con el término del segundo periodo de gestión ocurrido en el pasado mes de octubre vio desquebrajarse su imperio otorgado en primera instancia por el Gobierno del Estado y en segunda, mantenido a base de mentiras expresadas tanto a la comunidad local como a las autoridades estatales y federales, anteponiendo como siempre su propio beneficio.
Es justo reconocer que su desempeño como rector trajo consigo el posicionamiento de la universidad, pero también es necesario precisar que el trabajo fundamental para lograr el reconocimiento público de la institución fue el resultado del esfuerzo y empeño demostrado por alumnos, docentes y administrativos, no por él; el logro manifiesto no le da derecho para querer perpetuarse en un cargo que ya le pago su trabajo con creces su función laboral, esto representa ignorar el Decreto de Creación de la Universidad.
La necedad es un estado de la conducta de siempre querer imponer una voluntad irracional para conseguir a fuerza de cualquier cosa todo lo que el deseo pide, Roberto Vázquez Solís se caracteriza por siempre querer establecer su voluntad de manera obligada y totalitaria, no importándole la opinión, sentimientos y puntos de vista de las personas, así, bajo los influjos de la droga del poder insiste en dañar a la institución, sus mensajes falsos e hipócritas que difunde a través de los medios locales y de otros que puede controlar por que dispone del presupuesto institucional (el cual debe tener un fin distinto) y que los utiliza sólo para proteger su imagen.
Licenciado Juan Sabines, le pedimos nos escuche, YA NO QUEREMOS QUE ROBERTO VAZQUEZ SOLIS ESTÉ A CARGO DE LA UNIVERSIDAD , quien ha cometido abusos y ahora quiere lastimar la institucionalidad de la Universidad a través de su necedad, no queremos que una persona con sus características esté al frente de esta nuestra casa de estudios, no queremos que nos lastime, hemos sido amenazados por su persona, nos quiso corromper ofreciéndonos dinero propiedad de la universidad, nos ha insultado y a los trabajadores los tiene amenazados, por eso su apoyo no ha sido abierto, eso no lo podemos aceptar, ¡Su necedad violenta la institucionalidad!.
A la Comunidad Universitaria
A la Comunidad de Ocosingo
A las Autoridades Locales, Estatales y Federales
A la Opinión Pública
Presente
La corrupción y la ansiedad por mantenerse en el poder siguen prevaleciendo en la Universidad Tecnológica de la Selva , esta situación desde hace ocho años se vino a establecer con la llegada de Roberto Vázquez Solís, todavía rector. Lastimosamente hemos sido testigos de la barbarie que la administración establecida desde el ocho de octubre del 2003 ha cometido, los abusos de carácter totalitario que se han dejado sentir han lastimado a empleados que laboran en las áreas administrativa y de docencia. Los alumnos, no han sido la excepción cuando amparado desde su recinto de poder les ha robado espacios para que pudieran asistir a la Universidad de Illinois a cubrir una estancia de 4 semanas, en donde haciendo uso de todo el poder y suciedad que le caracteriza usurpó espacios para enviar a su hija haciéndola pasar como alumna de esta institución, acciones como éstas contradicen sin duda el espíritu social que en esta Universidad debe prevalecer.
Estas acciones han sido auspiciadas, toleradas y apoyadas por su incondicional personal directivo caracterizado por el poco talento que los titulares de las ahora divisiones que agrupan las carreras que se ofrecen en la universidad tienen.
La razón que nos mueve a difundir esta realidad conocida por muchos y callada por todos, es el hecho de hacer pública la pretensión del señor por perpetuarse en el cargo, al parecer según la información que nos fue proporcionada ya cuenta con el documento que el Gobierno del Estado le entrega nombrándolo una vez más rector, aunque los que lo conocen lo saben capaz de que haya sido falsificado como lo ha hecho en variadas cosas. En caso de ser cierto el nombramiento, por tercera ocasión habría sido nombrado rector, puesto que nunca dejo pues desde el pasado mes de octubre debió haber entregado el cargo pero se aferró hasta que logró mantenerse nuevamente, sin duda un mérito de lambisconería ante las autoridades miopes que se representan en el estado y en el gobierno federal y de paso se diga, del Consejo Directivo al que seguramente le ha ocultado sus malos manejos. Con esta situación se ha agraviado y violentado arbritariamente el espíritu de la normatividad institucional, específicamente del Decreto de Creación que en su Artículo 30 textualmente señala: “El Rector será el representante legal y la máxima autoridad ejecutiva de la Universidad Tecnológica de la Selva , será designado por e Gobernador del Estado, de acuerdo a la terna que le envíe el Consejo Directivo, y podrá removerlo por causa justificada, previa opinión de éste, durará en su cargo cuatro años y podrá ser reelecto a propuesta del Consejo Directivo, para un solo periodo inmediato posterior”.
Como se sabe, el señor rector ya ha sido beneficiado con una reelección en 2007 para cubrir un segundo periodo de 2008 a 2011, esta situación es lamentable, la comunidad universitaria estaba esperanzada que el señor cumpliera su periodo y se retirara a despachar por otro lado (pues el puesto lo ha ocupado para trascender políticamente y su interés académico en realidad ha sido una fantasía), pero desafortunadamente no va a ser así, Roberto el rector o el rector Roberto, se han ensimismado tanto en las mieles del poder que no quiere hacerse a un lado, no ha entendido que ya no es bien visto en la institución y sólo se le soporta por que aquél que se pronuncia resulta ser corrido tal como le ha pasado a varios docentes de la institución que sólo por opinar diferente a él éste ha dispuesto de ellos, un acto asqueroso que representa el dejar sin empleo a las personas que les sirve para mantener a sus familias (aquí se aprecia como es que los recursos de la institución los mal emplea pagando liquidaciones forzadas tan sólo por que la gente no comparte su opinión); es tiempo de sanear la administración, es necesario establecer sinergias diferentes, es necesario generar nuevas ideas, es necesario democratizar a la Universidad , es necesario un cambio, nos preguntamos ¿Acaso es posible que bajo un régimen de egoísmo y maldad que este señor ha impuesto se pueda trabajar armoniosamente? ¿Es posible trabajar en una administración de miedo?
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