garantiza la Constitución Federal mexicana y está inscrito en su artículo cuarto, así como todas aquellas falsas campañas de “atención a la salud asegurada” que tanto pregonan los titulares del gobierno del Estado y el mismo Enrique Peña Nieto, en Chiapas, son letras muertas que huelen a verborrea barata, ya que los médicos de los hospitales de Chiapas, son verdaderos negociantes de  la salud de los más necesitados, de los que no tienen voz y de aquellos que como desgracia máxima tienen, el ser pobres. Quizá uno de los hospitales más temibles por la negligencia de los médicos que hacen lo que se les da la gana y cometen las más claras y atroces violaciones a los derechos humanos, en las narices del propio director del nosocomio, es el ubicado en el Barrio de San Sebastián en el municipio de Comitán. Hace algunos años, por la negligencia médica y el total descuido del director, se provocó la muerte colectiva de varios niños que fueron llevados para su atención médico, pero en vez de recibir ésta, encontraron la muerte a la vista de sus familiares, pues algunos menores que encontraron la muerte, entraron todavía caminando y salieron muertos. Según los reportes de gran cantidad de personas que nos hacen llegar vía correo electrónico y telefónicamente, en el nosocomio, son los médicos quienes deciden cuándo practicar una cirugía, sin importarles que el paciente se debata entre la vida y la muerte o si la muerte del enfermo depende de la cirugía. Son los médicos, sin que les importe las instrucciones del Director, los que se toman su tiempo, pues se afirma que el director del “Hospital de la Muerte”, tampoco le importa lo que sucede con los pacientes, todo; porque son pobres o indígenas o ambas cosas. Una veintena de personas que pedido a través de este medio su apoyo a la Comisión Estatal o Nacional de los Derechos Humanos para que realice visitas sorpresas a ese lugar y pueda percatarse que las personas, sobre todo los indígenas pobres, tirados en los pasillos suplican a los médicos que por caridad les hagan caso y es precisamente donde los médicos, endiosados por su conocimientos, por saber que cuentan con el descarado apoyo y protección del gobierno del Estado de Chiapas México, así como porque ninguna autoridad oye la voz de los miserables, precisamente los que están en la hambruna, dan la espalda a las calamidades tristes y humillantes en la que los más pobres de México, suplican e imploran tan siquiera una gota de ayuda de su gobierno. Piden también la intervención la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, a fin que se les brinde apoyo, que no se les humille y maltrate de palabra y con sus acciones de rechazo total. En dicho hospital, existen personas que llevan más de un mes suplicando ser atendidas y ni el director ni los médicos les hacen caso. Hay que destacar que en Chiapas, existen hospitales hasta de sobra, pero lo que faltan son médicos, enfermeras y medicamentos, médicos con que den trato humano a los pacientes, que lo lucren y menos que gocen la miseria de esa gente, que tiene que morir, en la mayor de las veces de males curables, debido a que no hay medicamentos y menos médicos con la consciencia hipocrática. El hospital de Comitán, Chiapas México, tiene la fama de contar con los médicos más prepotentes de todos los hospitales de Chiapas y por ser donde se cobijan los médicos más irresponsables que gozan de toda impunidad. Pues se han confirmado casos que, misteriosamente, los mismos médicos que en sus consultorios particulares son los más inminentes y los más humanos, al llegar al hospital para aplicar la atención pública, son los más ineptos, los más inhumanos y groseros, por lo que piden que sea el mismo gobernador o en su caso el titular de la Secretaría de Salud los que apremien y prioricen la vigilancia para las nefastas acciones que cometen dichos galenos que nada les importa sacar muertos a los pacientes.