Combate a la Corrupción, mejor conocida como Ley Anticorrupción, no dejará de ser una falacia más del sistema peñanietista y aunque se habla de su autonomía de función y operación en su aplicabilidad, siempre lleva el sello centralista, dado a que el órgano federal de esa materia, tendrá funciones de atracción en los organismos estatales y municipales que crean los propios niveles de gobierno. Sin temor a equivocarnos, podría decir que la corrupción la enraizada y casi institucionalizada, entre los servidores públicos es un cáncer endémico, muy peculiar en sus formas y maneras de ejercicio, un mal necesario que en México sirve para hacer funcionar hasta lo infuncionable, tanto en los aparatos de procuración y administración de justicia y casi en todos los servidores públicos que ocupan  o ejercen cargos, desde el más mínimo hasta el más encumbrado encargo dentro de los tres poderes de la unión. Lo de la autonomía, resulta también otra mentira piadosa para el pueblo mexicano y un sutil pero cacareado lema de funcionarios para la comunidad internacional. Y si decía, para los mexicanos, fue porque para que haya un acto de corrupción, tiene que haber un corrupto y un corruptor, pues si desea ser concesionario transportista, el deseoso debe guardar una buena suma de dinero para que se consigan esos favores. Lo mismo es comprar o vender una plaza, un título profesional, pagar para aparecer dentro de las listas de aspirantes o candidatos a alcaldes. En México, los méritos son ignorados, los grados de estudios o las habilidades o capacidades son menospreciados y, ahora sí, “el que tiene más saliva traga más pinole”; es el país solamente es necesario someterse a los intereses y mezquindades de los que poseen en el poder para adquirir favores y canonjías; en esta tierra azteca, da lo mismo hallar un veterinario dando consulta en los hospitales o tener a un profesor litigando en los tribunales; total, los favores se compran y solamente es necesario aliarse a los poderosos. Pensar que una ley sanará ese cáncer avanzado ya en grado terminal, resulta más utópico. Podríamos afirmar que todas las reformas que no están acompañados de campañas de concientización siempre serán simples papeles inobservables ya que sería como pretender crear más panteones para enterrar a los muertos en una comunidad de leprosos, cuando lo que se quiere es combatir el cáncer. Sin embargo, la misión plasmada dentro de esa ley, según se dice, es salvaguardar la legalidad, la honradez, la lealtad y la imparcialidad y para se pretende la aplicación de sanciones económicas, suspensión, destitución e inhabilitación. Pero nuevamente viene la interrogante sobre ¿quién querrá jalar la cobija y destapar la cloaca? La corrupción la genera una gran hermandad en el poder y siendo este cáncer que consanguíneamente los une, será difícil combatirlo. Es casi un hecho todas esas leyes son “charras” y mitológicas, es casi imposible degollar al hermano al que le deben favores, al menos que operara un sistema penal tan inflexible como el Azteca en estos sagrados tiempos donde las corrientes humanistas califican de violación a los derechos humanos por decirle “idiota” al que verdaderamente lo es.
mediodía de hoy jueves 19, por la zona oriente y cercano al Poliforum donde se llevará a cabo el Primer Informe de Labores del mandatario, el acceso para los transeúntes era un martirio. Una nube de policías uniformados y de civil se encontraba diseminada hasta sobre las azoteas de las casas, otros se encargaban de hurgar, hasta donde no se debe, a todo sujeto que pretendía penetrar al lugar del evento. Las larguísimas filas de camiones, camionetas y vehículos en general que los servidores del Güero utilizaron para hacer un indiscriminado acarreo hacían más imposible el tráfico del lugar. Los festejos de bailes tradicionales como “Los Parachicos”, así como de otros rituales de la región fomentaban la alegoría con chinchines, tambores, gritos y vivas. Claro, los funcionarios antes de iniciar el informe, ya inician su gran campaña de halagos, parabienes y felicitaciones, así como gran cantidad de palabras, discursos y razonamientos estúpidos algunos, en donde se preguntaban lo “grandioso” del Güero y la gran capacidad de convocatoria para que “miles de personas de los 122 municipios hicieran acto de presencia por sus propios medios”. Pero, ¿qué informó el señor gobernador?, como dice mi vecina “vasta ver” por decir “va usted a ver”, muy poco, ya que al parecer todo lo que no se hizo, se dejó de hacer o hizo, fue culpa de su antecesor, Juan Sabines Guerrero, pues fue éste la oveja negra al que le cargaron toditita la responsabilidad y culpa, mientras que los que compartieron el robo del botín de los  41 mil millones con que se dice que a los chiapanecos nos dejaron “atorados”, (léanse diputados) estaban sentados sin pena ni gloria, oyendo a Manuel Velasco sus hazañas y obras realizadas en todo el Estado. Y como se trataba de “acarrear” gente, los encargados de los programas como “Oportunidades” y “Amanecer”, impulsados por un sujeto que le dicen “El Contador Mariano”, subalterno de Francisco Javier Zorrilla Rabelo, le leyeron la cartilla a los beneficiados en el sentido de que si no iban a hacer bulto, sería el último año que cobrarían esos 500 pesos mensuales. En el informe, hubieron machucones de pata, codazos, mentadas de madre, empujones, insultos y otros tópicos de los guaruras del Güero, por parte de los acarreadores, hubo torta, dinero y amenazas de suspensión de apoyos de no ir al evento; ya en el lugar hubo pase de lista como soldados o policías, fueron llevados casi de la mano hacia el interior y correspondió a los acarreadores y coordinadores del acarreo llevar a presentar su trabajo. Algunos de los coordinadores del acarreo fingieron demencia al decir que los hacían con mucho sigilo para que no se fuera enterar el Güero porque seguramente los podía reprender, acción que para las mayorías, el acarreo ya es una práctica antiquísima y un secreto a voces dentro de la población, excepto (así dicen) para los gobernantes. 
hijos que “si te dejas madrear ya verás cómo te secundaré la mía”, por ello, quizá en la escuela se tenía uno que defender de cualquiera que quisiera agandallarlo, no había pena romperse el “hocico” o rompérselo a otro; es más esas acciones decían que se tomaban como prácticas lúdicas, pero tan pronto como entraron a México las corrientes humanísticas, los niños lloran cuando algún compañero los voltea a ver y sobre todo cuando les enseña la lengua. Quizá a eso se deba que hay tanto “joto”. Pero, obviamente no todos son atiernados, hay más bragados que dejados y me ha tocado ver a infinidad de jovencitas trenzándose a golpes, defendiendo a el amor de su novio o a jovencitos que también se ponen sus catorrazos peleando a su enamorada o novia. Así es que las prácticas que se inician como juegos lúdicos en la primaria, se ejercen ya en la secundaria o prepa para defender lo que se ama, para no verse mancillado en el honor o el orgullo, tanto hombre como mujeres. Pero lo que verdaderamente puede considerarse como una acción estúpida es quejarse de ciberbullying, es decir, todos aquellos que se sienten agredidos a través de las redes sociales o medios de comunicación privados como el teléfono; en este rubro, las cosas son tan sencillas para evitarlo, ya que lo que tiene que hacer algún chillón del ciberbullying es eliminar a su agresor y listo. Así es que como nosotros mismos nos clasificamos del reino animal y de paso nos consideramos animales racionales, creo que es de nuestros orígenes primitivos de donde proviene la agresión física, primero como juegos lúdicos y después para nuestra supervivencia; pues la raza felina, canina, avícola y otros siempre realizan estas prácticas a la vista de sus progenitoras y posteriormente para el ejercicio de dominio de grupo y supremacía, acciones últimas que aunque nos empeñemos en negar, siempre están presentes en nuestros entes sociales.