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PREOCUPANTE DENUNCIA DE TRÁFICO DE DROGAS
La nota que publica el periódico “Cuarto Poder” y que es firmada por Amir Hernández, debe ser objeto de un monitoreo exclusivo por parte de la inteligencia militar y de Marina, así como de las demás autoridades, pues al decir de la nota periodística, aeronaves de origen centroamericano efectúan vuelos rasantes sobre las aguas del embalse de la presa Angostura en donde “dejan caer droga y armas”, producto que inmediatamente son recogidos por personas y llevados a tierra. La nota del periodista, sigue diciendo que esa acción se realiza sobre lugares donde no accesa ni el ejército ni la marina debido a que están en lugares equivocados y además porque no tienen los recursos para llegar al lugar de los hechos. Derivado de las consideraciones anteriores puede precisarse que sí lo que se dice es cierto, el de alta preocupación, primero porque hay incursión ilícita de aeronaves extranjeras en territorio nacional, es decir, violación del espacio aéreo y si de paso llegan a dejar drogas y armas, sobran elementos para acrecentar la preocupación. Hay que agregar que el embalse La Angostura siempre ha sido el santuario de miles de documentados que intentan pasar hacia los Estados Unidos, además es necesario abundar que en los últimos años, los ejidos Tierra Blanca y Sinaloa y otros que se localizan cercanos o en las orillas del embalse, se han convertido en verdadera tierra de narcos, donde muchos de los habitantes, de la noche a la mañana y de la nada, salen millonarios y hay gente sin el mínimo escrúpulo que hoy los puede usted ver viajar en burro, porque carecen de recursos y el día de mañana pueden llevar una tacoma del año. Pero el flujo de otros estupefacientes no es realmente por la zona de las aguas sino realmente por tierra, solamente tienen que recurrir a las fronteras como las que se localizan por Agua Zarca, por la zona de Trinitaria y Amatenango, donde la venta de lo ilegal, como drogas y armas y ya no digamos abarrotes, es del dominio público y solamente no lo saben las autoridades o si lo saben se hacen el desentendido. Es necesario destacar que el periodista, no dice si los vuelos rasantes son por las noches o durante el día, pues si ocurre durante el día, creo que lo denunciado es vox populi de propios y extraños y urge hacer algo, si se trata de investigar, claro. El arrojar drogas a las aguas mexicanas no es privativo de La Angostura, pues si tuvieran un tiempecito las autoridades de la Marina y el Ejército, sería interesante que se metieran a las agua del pacífico, primordialmente por las costas de Boca del Cielo, donde todos saben los días que se arroja la droga desde las avionetas o el día que se hacen las entregas, como comúnmente se conocen en aquel lugarcito, donde conseguir una grapa de cocaína o un carrujo de mariguana es más sencillo que comprar un kilo de tortillas. Derivado de lo anterior puede decirse que mientras el tráfico de drogas en la zona norte del país, sus acciones de violencia y las “famosas” captura de capos es un verdadero evento de publicidad, en la zona costa no se hace ruido, ni hay muertos ni se hace publicidad electoral con eso. Cómo la ve mi querido lector. Ojala la policía federal, el ejército y otros dejen de amolar y causar embotellamiento vehiculares con sus retenes tanto sobre las carreteras como en las calles de la ciudad y miren más allá de sus narices, precisamente donde se les dice que se genera el tráfico, o al menos que las instrucciones sean otras.
TRABAJADORES DE LA FUNCION PUBLICA SE SIENTEN INFLUYENTES
Quizá por la ignorancia, la mala información y cualquier bobería que se les inyecta en el cerebro, muchos sujetos que dicen trabajar en la Secretaría de la Función Pública, animados por su eventual trabajo, concurren a otras dependencias en inflado grado de prepotencia diciendo que si no los atienden privilegiadamente o si no se les habla humilladamente, inmediatamente empiezan a decir que “son de función y que levantarán una queja”. Los casos que se han denunciado ante este reportero y que personalmente he presenciado se dan en las escuelas, donde precisamente algunos padres de familia, bajo el pretexto de ser trabajadores de esa dependencia han pretendido que jóvenes reprobados sean aprobados con la máxima calificación. Los casos más sonados fueron dos casos en uno de los planteles del Colegio de bachilleres de Chiapas de esta ciudad, donde un sujeto enshorado portando una camisa con leyenda de la función pública amenazó con despedir a todo mundo si no se le recibían las tareas a su hijo, tareas que habían sido dejadas y recibidas casi un mes antes. Otro de esos sujetos, sin el mínimo respeto penetró al salón de clases de dos mentores en plena hora de clases, exigiéndole al docente que le recibiera tareas a su menor hija que había reprobado y que de paso la aprobara con la calificación de 10. Como el mentor le exigió respeto a su espacio que el trabajador o funcionario de la función pública allanó sin el mínimo escrúpulo, le juró que sería el primero en abandonar su plaza, porque a ellos como trabajadores de la función pública se le respetaba. Como los hijos de esos señores que se negaron a dar sus nombres están identificados, los trabajadores del COBACH afectados, pedirán al gobernador del Estado la no intromisión de sujetos de la función pública que entorpeciendo la misma ley y violentando toda norma ética y violentando los reglamentos de los planteles, se les prohíba introducirse a los planteles escolares para pretender amedrentar a trabajadores e incluso a los mismos directores. Cabe mencionar que los trabajadores de la función pública, no son autoridad judicial competente para pretender levantar cargos, como ellos acostumbran a decirles a los trabajadores, tampoco son patrones para hacer despidos; carecen de funciones inherentes a este ramo y lo único que, vergonzosamente buscan es exigir que con el cargo que tienen, sus hijos gocen de canonjías. En algunos planteles, los amedrentadores de la función pública, casi arrollan a los que cuidan los garajes al meter sus vehículos para exigir canonjías y en otras, los vigilantes de las escuelas son vejados, humillados por aquellos que se dicen, guardianes de la función pública. Qué lástima, ojala y el director de dicha secretaría tome cartas en el asunto y llame a cuenta a sus gañanes, pues no vaya a ser que un día de tantos, se encuentren con alguno que los desdente (dejar sin dientes) por abusivos sin función, pues el simple letrero de función pública en la camisa no los podrá librar de cualquier agresión que ellos mismos buscan desesperadamente.
Pero nosotros mejor nos chateamos en la próxima edición.
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