Según las fuentes del Comité Nacional del PAN, los que decidirán quiénes elegirán a sus candidatos son solamente menos de un millón 800 mil personal; es decir, estás decidirán a manera de gobiernos oligarcas, quién será el sujeto para que voten cerca de 70 millones de mexicanos. Sí ese millón 800 mil sujetos entre militantes y adherentes son los que disponen desde sus absurdos puntos de vista los que deben imponerle candidato a los 70 millones de mexicanos, éstos últimos, a los que el PAN le vende verborrea barata pasan a ser por el simple hecho mencionado, como verdaderos bastardos sin causa y sin ideales; después de ese millón 800 mil inquisidores de adherentes y militantes que se definen como panistas, los demás mexicanos pareciera que sólo deben acatar las dictaduras de Diego Fernández de Caballos, de Josefina Vázquez, del mismo Felipe Calderón, Santiago Creel y otros sujetos que hoy mantienen hundida la nación en una violencia desatada y sin freno o control. Sí solo al 1.8 les corresponde elegir candidato, ¿dónde está la democracia de Felipe y Fox?, seguramente ésta es una nueva modalidad de democracia oligárquica, donde hay un grupo de vivales y una mayoría de tarugos que le hacen el juego electoral, pues ya deben olvidarse los mexicanos de ser escalera del enriquecimiento de las mismas 30 familias mexicanas, mismas que amafiadas con el poder hacen y deshacen de las voluntades de los legisladores que se llaman “leyes”, mismas que son ignoradas cual trapo viejo y que jamás guardan la observancia por parte de los oligarcas, pero que sí es será para los oligarquizados, para los grupos en el poder, toda ley pierde  su principio de general para pasar a ser secundaria. Yo siento que la soberbia de los panistas llegó a extremos insultantes al decir que su grupo sólo lo conforman 1.8 millones de mexicanos y sólo faltó que le adjetivaran de “mexicanos privilegiados”. Para los panistas al elegir su candidato a la presidencia, la voz y las decisiones del pueblo de México salen sobrando un reverendo cacahuate; para los panistas, los campesinos, los obreros, los comerciantes en pequeño, las clases populares pareciera que huelen a “mierda”, esos mayoritarios sectores del pueblo mexicano, son considerados dentro de la élites del PAN y es urgente recapacitar y reflexionar por parte de las mayorías que esos que se sienten panistas votando por el blanquiazul, son como “chuchos” hambrientos que sin ser invitados rondan la mesa del vecino en busca de migajas y residuos de huesos con total ausencia de carne. La verdad es que las palabras de los panistas de cúspide, no tuvo progenitora al decir con sus acciones que ellos no necesitan la voz, el voto, la autorización o la conveniencia de ningún baboso para elegirles candidato. Ya urge que esos pseudopanistas, por dignidad propia saquen la cara de la cloaca en que se las metieron los dueños de las élites panistas que son UN MILLON OCHOCIENTOS MIL, al menos que les falte dignidad o capacidad para poder reflexionar.