Luego que se aperturarán una serie de quejas por prácticas monopólicas de empresas telefónicas móviles en contra de la empresa Telcel del magnate Carlos Slim y que la Comisión Federal de Competencia anunciara llevar a cabo una profunda investigación y aplicar sanciones duras, el propietario de Telcel, anunció ayer el convenio que fija la tarifa de conexión de llamadas en la red de Telcel en 0.95 pesos (unos 8 centavos de dólar) por minuto, para llevarla hasta el 2014 a 0.69 pesos (unos 6 centavos de dólar. Que también habrá un conteo de cobro contabilizado por segundos, ya que en la actualidad, si alguien llama un minuto con 10 segundos pasan a contabilizarse como dos minutos. Una práctica que ha llevado al magnate mexicano a ser el hombre más rico del mundo. Las empresas competidoras tendrán también un beneficio muy redundante puesto que el decremento del precio aterrizará en las llamadas de enlace que se hacen de empresas diferentes y que a juicio de Nextel, empresa, Telcel ha asumido prácticas que no permiten la competencia en México. Hay que recordar que en México, no es Telcel quien no deja crecer a la competencia sino las mismas leyes que favorecen a los monopolistas que valiéndose del amiguismo y compadrazgo, las leyes las toman como letra muerta, pero como es la empresa norteamericana la que hizo la denuncia, Telcel tuvo que acceder a reducir sus costos de enlace y obviamente que eso propiciará que muchas empresas de telefonía móvil puedan crecer. La última afirmación se hace debido a que en países centroamericanos, el costo de llamadas por celulares es, realmente, muy barato como es el caso de Guatemala, donde la empresa TIGO, está derrotando en grande a la empresa filian de Carlos Slim.

Según estudios que han hecho empresas serias de origen norteamericanas y británicas, hay en el mundo más de 500 millones de obesos, algunos especialistas en el tema advierten que la obesidad es ya una amenaza global para la salud pública. Los especialistas señalaron al exceso de peso como un importante factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer, además de ser responsable de tres millones de muertes anuales en el orbe. A pesar que en México no es señalado como uno de los principales, nada se ha hecho por prevenir esta enfermedad del siglo que terminará con una gran cantidad de la población mundial, pues científicamente está comprobado que la diabetes a juicio de los especialistas el exceso de peso es un importante factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer, además de ser responsable de tres millones de muertes anuales en el orbe. En todas las escuelas de México, las vendimias de “alimentos” chatarra son una realidad notable, los padres no tienen el mínimo cuidado en la cultura alimenticia de sus hijos y eso estará provocando que México, en unos cuantos años, esté privilegiado como un país de gordos. El gobierno federal, sí es cierto ya implementó leyes, pero el caso ya no es problema de corte legal sino un fenómeno de corte social, las leyes únicamente sirven para regular pero cuando las leyes son solamente papeles escritos, no tendrán repercusión en la salud de las futuras y presentes generaciones que vaya a pasos agigantados hacia la obesidad irreversible. De allí que los estudios que se hacen en más de 199 países del mundo, dan un indicador que nuestro país, México, esté a punto de convertirse en una pandemia que podría empobrecer las arcas nacionales cuando todos esos obesos empiecen a reclamar medicamentos. A mi juicio, creo que es más fácil prevenir que erogar miles de millones de pesos para contrarrestar esa enfermedad que, todavía estamos a tiempo de iniciar una gran campaña de concientización y fomentar así una cultura alimenticia y de pasó, que ésta vaya acompañada con el fiel y exacto cumplimiento de las leyes que se hicieron para tal fin.

Siempre se ha dicho hasta la saciedad que uno de cada 1000 cafeticultores goza de un capital para realizar las tareas relacionadas con el aromático, es decir inherentes al proceso de producción, los demás se encuentran en la miseria extrema, sus cafetales estas convertidos en auténticos varejonales, carecen de la aplicación de insumos que tiendan a ser más redituables en producción y en precios, carecen de mejorías competitivas, pues mientras que a los productores se les paga el kilogramo de pergamino a razón de 6 pesos, en los mercados locales un kilogramo de café oro tiene un valor superior a los 60 pesos y ya industrializado su costo rebaza los 90; en los mercados internacionales el precio del cafeto en tipo pergamino ya asciende a razón de 100 pesos el kilo el café estándar dependiendo de la variedad, pues sabemos que en la variedad de márago, su costo puede llegar hasta los 200 pesos. En cambio en las cafeterías, un café ralo y casi sin sabor a café, sino parecido al agua de calcetín una tasa, asciende con un precio de 15 pesos. Los cafeticultores no tienen futuro, están condenados al fracaso y de esa forma, cada vez los plantíos de café son exterminados y se tienen datos que de casi millón y medio de personas que vivían de ese tipo de cultivo, la cifra a decrecido y hoy se puede decir que en menos de 15 años, solamente quedan menos de 800 mil personas que se abocan a la cafeticultora. La SAGARPA y las instituciones destinadas a impulsar la producción de café, carecen de programas de apoyos específicos, pues se calcula que de cada 100 plantas, nueve están infestadas de roya, broca y otras plagas que tienden a dejar la producción de forma indefensa. Los productores no tienen recursos para adquirir pesticidas o plaguicidas que les permita combatir las exterminantes plagas que han hecho de los cafetales chiapanecos, una verdadera desgracia.