La verdad es que cuando los políticos hablan de economía, las cuestiones se vuelven dúctiles, tan manejables que la afirmación que hiciera el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, dejaría a muchos mexicanos con una hora de aplausos y 100 años de suspenso. Pues al elogiar la consolidación de la recuperación económica, el presidente Felipe Calderón aseguró que con los 116 mil millones de dólares que México tiene de reservas internacionales, el país puede aguantar cualquier golpe "por más duro que sea". La solidez económica es muy diferente a la de 1994, cuando se decía que no había reservas ni para pagar la deuda externa. Lo malo es que Calderón no explicó si era un guardadito que habían hecho hechos para lucirse o realmente es parte del multimillonario empréstito que México hizo al Banco Mundial. Si es un guardadito, pues sinceramente hay que celebrarlo y aunque no con creces ya que esos guardados están gracias a que el gobierno panista le ha apretado el pescuezo a los contribuyentes más débiles, como son los trabajadores a través del ISPT que donde el gobierno hace un descuento de casi el 30 por ciento de los míseros salarios que poseemos los trabajadores; eso debe entristecer a los pobres, a los que pagamos impuestos y debe avergonzar a los ricos, a los grandes empresarios que por órdenes superiores le hacen “juchila” a los designios legales que cada año hacen como que aprueban los diputados. Si esos 116 mil millones de dólares son producto del empréstito que hiciera México al exterior, debe darle vergüenza al mandatario mexicano, toda vez que el trasero ya no es nuestro, está súper hipotecado con los grandes capitalistas extranjeros aquellos que sueñan que un día no lejano, esas tierras mexicanas podrían estar bajo su dominio total, porque parcial ya las tienen. Por cierto que si esa “lana” es del empréstito, los bisnietos de nuestros nietos (excepto los de Peña Nieto) estarán todavía pagando, a la mejor, la mitad de ese adeudo infinito que, con solo mentarlo, a los pobres y a los que no somos funcionarios públicos, se nos enfrían las piernas, debido a que México es el país de Edén donde las deudas de socializan y las ganancias se privatizan. Oremos junto con Calderón para que esto último no ocurra.

Desde hace muchos años, se ha dicho hasta la saciedad que los que ejercen la docencia o el ministerio educativo son los peores; negarlo del todo sería infame ante la sociedad pero afirmarlo sería lo mismo, así es que a los profesores y docentes en general es a los que se les carga los achaques de una mala educación, de una pésima planeación, evaluación y orientación hacia los perfiles de una mejora educativa. Sólo para reflexionar podría decirles: los programas educativos, son diseñados desde la merita capital del país; allá están los hombres educados en universidades caras del extranjero, pensando en la grandeza educativa de los niños extranjeros, en la ideología de aquellos países europeos y norteamericanos, pero les falta a esos hombres que se apodan pedagogos o todólogos, pensar en la infraestructura con la que cuentan las escuelas mexicanas y sobre todo, con el nivel de ingreso perca pita con que cuentan los padres de los estudiantes. A los hombres del sistema, aquellos que en medio de lujos y desde la comodidad de sus escritorios diseñan programas escolares que pretenden aplicárselos a un puñado de alumnos que no conocen ni siquiera un semáforo, aquellos que se les enseña informática o computación con computadoras de a mentira, que se les enseña química pero que nunca han visto un solo reactivo o lo que es peor, cuando les llega un profesor recomendado por equis senador o poderoso que da la materia de física a pesar que su perfil es abogado. Se les olvida a los “todólogos” que en Chiapas, Oaxaca y Guerrero han profesores que la tienen que hacer de siete oficios y catorce necesidades y en fin, pretenden engañar al gobernante en turno, muchos de ellos que por su total desconocimiento del ramo educativo pretenden cambiar al mundo de la educación de la nada a la excelencia y lo que únicamente provocan es que sus programas y ellos mismos se conviertan en la vergüenza internacional. En México, hay una urgencia de trabajar en el mundo de la educación por competencias y la evaluación por evidencias, pero nuevamente vuelve a ser obstáculo que carecemos de infraestructura y desarrollo tecnológico para aplicar esas competencias y en casi todas las escuelas de Chiapas, los grupos por aulas son altamente numerosos, en algunos de educación media superan los 50 alumnos lo que hace total y humanamente imposible evaluar por evidencias. Así es que la famosa RIEMS y otras de la educación básica inventadas por los todólogos de Felipe Calderón, son una falacia. En México, urge un programa ininterrumpido para el avance educativo y que a la vez esté sustentado y avalado con la coparticipación de los profesores pues ya estuvo suave que ajenos a la educación pretendan imponer programa o paradigmas educativos plagiados de otros países pero nunca valorados ni permeados en el nuestro.

SISMO.- Por cierto que todos aquellos que nos levantamos un poco temprano, pudimos estar al tanto del sismo que azotó ayer a las 4:01 minutos de la mañana un pequeño sacudión que nos azotó. El caso es que muchos ni siquiera lo sintieron. Total, no fue tan fuerte, aunque, la verdad, no tuve la cortesía de investigar de cuantos puntos fue, pero al parecer fue de 5.1 grados y  lo que si se dijo es que el epicentro fue en el municipio de Cintalapa.