MIGUEL ANGEL CARRILLO BARRIOS.

Hasta la saciedad se ha dicho que el campo se encuentra abandonado, principalmente en Chiapas y pese a lo que se diga de que “hay producción”. Si usted recorre las grandes extensiones de tierras de alta fertilidad en la Costa, en la zona norte, en la Selva, en la región fronteriza y otras como la frailesca y el Valle de Cintalapa, puede afirmar que son tierras de Dios, solamente debe arrojar las semillas de cualquier producto que desee y la madre tierra se encarga de hacerlas germinar y producir frutos en las cantidades necesarias como para poder hacer de nuestra entidad, un verdadero granero de frutas, legumbres y semillas y todo lo que tiene vida biológica. Entonces ¿Qué está pasando?, aquí surgen dos factores importantes que hay que subrayar y el primero sería que los hombres del campo, no tienen los deseos de hacer producir esa tierra suya y de tan alta fertilidad, pues prefieren estar “descansando” u holgazaneando en sus casas a pretender hacerse de otros centavos extras cultivando lo que la tierra nos ofrece. El otro factor es la descapitalización en que se encuentran los campesinos, muchos de ellos trabajan para los caciques de la región y poder así proveerse el alimento de los suyos, aunque eso no es tropiezo o impedimento, pues, ya dije y lo sostengo que en Chiapas o en casi todo Chiapas, solamente hay que regar las semillas y los frutos vendrán por si solos, eso es si se hace por la falta de tiempo y si el argumento es por el dinero, pues las semillas de mango, las hijuelos de piñas y otros productos se encuentran tirados por doquier. Entonces, lo que está pasando es que no hay interés de progreso y todo ese embrollo se debe a que los campesinos han caído en un alarmante paternalismo donde esperan que el gobierno los mantenga, que el gobierno sea quien les construya hasta su destino y, claro, allí no tienen la culpa los campesinos sino realmente quien los ha hecho de tal forma. El gobierno federal ha enseñado a los campesinos solamente a recibir a cambio de nada, es decir, les otorga derechos pero no obligaciones ni compromisos y eso ha provocado que realmente nuestro país y particularmente Chiapas, se encuentre en un impresionante atraso en la producción y que millones de hectáreas se encuentren totalmente abandonadas. Eso preocupa, yo siento que las autoridades e instituciones como SAGARPA y Secretaría de Campo en la entidad, son dependencias muertas, inservibles y que en vez de ayudar en el rubro que aludo, se ha configurado como una verdadera carga burocrática, plagada de errores y fracasos y los más triste aún, que no haya una sola autoridad conocedora que tienda a advertir o sancionar los fracasos premeditados; pues entregar el PROCAMPO no significa ayudar el espíritu productor sino más bien dicho, perjudica esa ideología socialista mediocre que ha vulnerado el espíritu de grandeza de nuestros campesinos.

En reiteradas ocasiones he publicado artículos referentes a que los centros turísticos y balnearios chiapanecos, se han convertido en un infame, ilegal, ventajoso e impune desplumadero de turistas y visitantes; ahora ya hasta se cobran cantidades buenas de dinero por entrar al Zoológico Miguel Álvarez del Toro, incluyendo a los tuxtlecos, cuando ese centro de paseo es muy nuestro, se nos cobra por entrar a casa; en las orillas de los ríos, los campesinos, ante la mirada complaciente y discreta de las mismas autoridades, se han apropiado de espacios federales para hacer de ellos, un verdadero centro de negocios, es un grupúsculo de sinvergüenzas que por la pereza, holgazanería, y por no querer trabajar las tierras que se mantienen ociosas, ya buscan hasta establecer derechos de cobro en carreteras estatales y federales, como los que se localizan en el Puente “Galecio”; Lagos de Montebello, se ha convertido también en un verdadero desplumadero impune, pues en ese lugar es tan sencillo que cualquier hijo de vecina pone su laso y te exige una cuota de 50 pesos por persona argumentando que el ejido o comunidad, tiene derechos de paso hacia los lugares turísticos. Nadie dice nada y lo mismo sucede sobre el famoso Cañón del Sumidero, donde aparte de cobrar una cuota de 35 pesos por persona se ofrecen a cambio, inseguridad plena; pues en esos miradores, a solas y en días poco concurridos, es casi seguro ser producto de una violación tumultuaria y sin que haya seguridad pública y menos de parte de los que se inflan los bolsillos cobrando determinadas cantidades por entrar a lo que es nuestra casa, la casa de los chiapanecos.

Nadie alza o levanta la voz, pues deberían ser los señores de la CANACO, Hoteleros, restauranteros y otros más, incluyendo la misma Secretaría de Turismo y las instituciones del gobierno mismo, que se preocuparan para evitar que extraños sin ningún derecho hagan negocio con lo que no es negociable. Para colmo de males, y por ejemplo en Lagos de Montebello, luego de ser objeto de pagar cuotas por doquier, al llegar a los lugares cercanos a los cenotes o lagos, todo producto vale tres veces de lo normal y si de alimentos se trata, estos están al amparo de la suerte y el destino del quien los consume, pues se está expuesto a consumir alimentos totalmente antihigiénicos, pasados y de paso totalmente caros, con una atención pésima y lugares habilitados como comedores, donde los perros y el mosquero hagan gala de su asombrosa reproducción. Nadie dicen ni hacen por frenar la voracidad y la anarquía que prevale y desafortunadamente para los que somos víctimas del canibalismo humano, las autoridades que deberían poner a esas irregularidades, son las que no pagan ni las paran y quizá a ello se deba a que, los periodistas pareciéramos engendros criminosos, bucaneros y perjudiciales, pareciera que nuestras voces fueran injurias y difamaciones al gobierno mismo, el que no oye ni quiere oír y menos ver y jamás comprobar. Por lo mismo, aplaudo la voz del Mauricio Penagos Malta, quien al aludir al conflicto en Agua Azul, y alertar a turistas gringos, europeos y nacionales, está dando una voz de alerta y aunque no lo dice, está urgiendo a las autoridades gubernamentales poner los ojos sobre el conflicto que contradice la política sabinista de fomentar el turismo en Chiapas, hacer de la industria sin chimeneas un verdadero emporio, como lo debería ser si los señores enrolados en esos negocios tuvieran un cursillo por parte de la Secretaría de Turismo, mismo que también es una pesada carga económica para el Estado en vez de ser un apoyo institucional.

Llegamos al fin de la semana y vendrá un puentecillo, pero los periodistas no descansamos, seguimos trabajando e informando y en mi caso, sigo con las críticas a las realidades, pero nosotros, nos seguiremos chateando en la próxima edición.